jueves, 14 de marzo de 2013

Cientos de feligreses reciben al nuevo Papa en la plaza de San Pedro

Al principio miraba el reloj cada diez minutos. Después, cuando faltaba media hora para las siete, la teórica hora de la fumata, cada cinco. Y cuando ya quedaban diez, no hacía otra cosa que voltear la muñeca.Maria Lucia estaba impaciente. Quería la fumata ya y la quería blanca. "Tiene que ser hoy o como mucho mañana. Es que son mis días libres en el trabajo. Después ya no podré venir y yo quiero estar aquí". Y el Espíritu Santo, consciente de que María Lucia se había cambiado las zapatillas por unos tacones para ganar altura y poder ver mejor, le concedió la gracia. A las 19.08 horas comenzó a salir humo blanco de la vieja chimenea roja decolorada.

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